Los subdominios son un tema que puede generar dudas en muchas personas que buscan crear un sitio web. Por eso, en este artículo te contaremos todo lo que necesitas saber sobre los subdominios y si realmente los necesitas para tu sitio web.
Antes de entrar en detalles sobre si los subdominios son necesarios o no, es importante entender primero qué son. Un subdominio es una parte de tu sitio web que se encuentra en una URL diferente a la página principal.
Por ejemplo, si tu sitio web es example.com, un subdominio podría ser blog.example.com. En este caso, la palabra "blog" se convierte en el subdominio. Esto significa que la página del blog se encuentra en un URL diferente a la página principal.
Es posible que también hayas oído hablar de los dominios, que es lo que se utiliza para identificar un sitio web en Internet. Un dominio es la dirección única que se asigna a un sitio web y se utiliza para acceder a él.
La principal diferencia entre un subdominio y un dominio es que un subdominio es parte de un dominio más grande. Por ejemplo, si example.com es el dominio principal, blog.example.com es un subdominio de ese dominio.
La respuesta corta es no, no necesitas un subdominio para tu sitio web. Tu sitio web puede funcionar perfectamente sin un subdominio. Sin embargo, es posible que desees un subdominio por razones específicas.
Una de esas razones podría ser para separar las diferentes secciones de tu sitio web. Por ejemplo, si tienes un blog en tu sitio web, podrías querer utilizar un subdominio para el blog para que los visitantes sepan que están navegando en una sección diferente del sitio web.
Otra razón podría ser para aprovechar la optimización del motor de búsqueda (SEO). Al tener un subdominio separado para una sección específica de tu sitio web, podrías atraer más tráfico y mejorar tu clasificación en los motores de búsqueda.
Si decides que quieres un subdominio para tu sitio web, crearlo es bastante sencillo. Primero, debes tener acceso a tu panel de control de alojamiento web, donde administras tu sitio web. Desde allí, puedes crear un registro A en tu servidor DNS (Sistema de Nombres de Dominio) para el subdominio que estás creando.
Una vez que hayas creado el registro A, deberás asociar el subdominio con una dirección IP que apunte a la ubicación específica de tus archivos del subdominio. Esto se llama una "entrada CNAME" y se encuentra en tu panel de control de alojamiento web.
Después de haber creado la entrada CNAME, deberás configurar el subdominio en tu sitio web. Esto significa que deberás crear una carpeta adicional con el nombre de tu subdominio en la que podrás subir los archivos específicos del subdominio.
Hay algunos otros detalles importantes sobre los subdominios que debes conocer antes de decidir si son adecuados para tu sitio web:
En conclusión, los subdominios pueden ser útiles en ciertas situaciones, pero no son necesarios para tu sitio web. Si decides utilizar un subdominio, sigue cuidadosamente los pasos necesarios para crear y configurar correctamente tu subdominio para que funcione de manera efectiva.
Recuerda que no todos los proveedores de alojamiento web ofrecen la opción de subdominios, por lo que es importante que verifiques con tu proveedor si esta opción está disponible.